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martes, 11 de octubre de 2011

A veces vale la pena los esfuerzos, si te lo agradecen así :

 Esto lo encontre en el blog de mi hijo Pablo : "http//reformando babilon.Tumblr.com.
Mi equipo

Hace un par de días, mientras la caja tonta sonaba, un famoso de cuello ancho dijo:”Un equipo de F1 funciona como uno”. Me gusto en su frase, pensé en mis equipos y la verdad, que de todos a los que pude pertenecer o pertenezco, realmente hay uno que por muchas que pasen se mantiene inalterable.
Una de las partes aporta la calma, la pausa, la lógica. Podríamos decir que es el capitán del barco, esa persona que toma las decisiones pensando en que el barco este a flote por mucho que todo falle, y no se pueda salir. Gracias a él, el equipo se mueve seguro sabiendo que está detrás. Al acabar hay que presentarle unos buenos resultados, pero aunque la carcasa que lo rodea es de hierro, lo que tiene dentro es lo suficientemente dócil para mantener el barco en calma.
La otra parte es la que pone el orden en la sede del equipo, y le exige a éste que todo esté en su sitio. De carácter conciliador, luchadora como ninguna, superando sin queja las barreras que cada día su cuerpo le plantea. Una cabeza que sigue despierta y alegre a cada año que pasa, es ella la que, aunque no lo reconozca, más le duele que el equipo se divida todas las semanas y también la que intenta que a esa parte que se aleja no le falte de nada hasta su vuelta.
La tercera parte es el plan, la organización y según momentos el esfuerzo, esa parte que viene bien tener, ese escalón intermedio entre la cúpula y la base en la que te puedes apoyar. Una parte más inestable y explosiva, con una reacción característica que siempre muestra. Inocente como ninguna, destino de muchas bromas. La capitana de la barca pequeña.
Este es mi equipo el que me lleva día a día hacia delante. Ese todo que se hace uno para obtener victorias. Ese equipo es mi familia.
Pienso que mis días valen la pena.

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